– Despertar las facultades naturales del niño.
– Obtener una mayor capacidad auditivo-sensitiva.
– Propiciar y desarrollar la creatividad.
– Iniciar la vocalización musical.
– Conocer el grafismo musical: notas, duración de los sonidos, símbolos musicales…
– Lograr un mayor desarrollo psicomotriz.
– Despertar la sensibilidad emocional.
– Aumentar la capacidad de relacionarse.
– Discriminación de tonalidades: altas, bajas, medias.
– Desarrollar la audición.
– Desarrollar hábitos de atención y de orden.
Algunos contenidos específicos a tratar:
– Sonido – Silencio.
– Agudo – Grave.
– Movimiento ascendente y descendente Largo – Corto.
– Pulso y Acento.
– Indicaciones de movimiento.
– El carácter en las obras musicales.
– El sonido y el cuerpo.
– Sonorización de cuentos.
– Audición de distintos estilos musicales.
– Práctica vocal e instrumental.
– Adquisición de un repertorio de canciones.
– Pequeñas orquestaciones con instrumentos de percusión, placas e instrumentos no convencionales.
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